Mostrando entradas con la etiqueta lenguaje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lenguaje. Mostrar todas las entradas

Terapia Facial (Lengua afuera)

Estimulemos la boca, para logra mejor tono, mas control sobre la lengua, una mejor forma de comer y ademas vamos a apoyar el lenguaje de nuestros niños.

  1. Enseñelo, a Decir “aaaaaaaa” tratando de estirar la lengua hacia afuera lo máximo posible. Mientras más exageres, más posibilidad habrá de llamar la atención del niño. Puedes jugar a hacer competencia de quien tiene la lengua más grande, o hacer que el niño intente tocar algo con la lengua.
  2. Mover la lengua para ambos lados y de arriba a abajo, es también un excelente ejercicio. Se consigue más fácilmente si pintas un pequeño puntito con dulce en los cuatro lados. Así el niño podrá alcanzarlo con la lengua.
  3. Pintar los labios del niño con mermelada u otro dulce líquido. Ten en cuenta que la miel no es recomendable y posee una peligrosa bacteria para los niños pequeños. Trata de utilizar otro tipo de dulces. La idea aquí es que el niño lama sus labios en forma circular como un ejercicio para fortalecer la lengua.
  4. Besos  y más besos. Enséñale a tu hijo a mandar besos y juega con él de manera constante. Es un excelente ejercicio y además es divertido y conmovedor.
  5. Enséñale sonidos divertidos.. brrrrrrummm brrrrummm el carrito. Miau el gato. Muuu la vaca. Guauu Guauuu el perrito. Y así, todo tipo de sonidos divertidos pueden motivarlo a utilizar los músculos de la boca jugando.
  6. Soplar la lengua para hacer sonidos. A todos les  encanta hacer eso. Y aunque no es aceptable en los buenos modales, es gracioso para ellos y realmente contribuye a su desarrollo oral.
  7. La higiene oral también juega un papel muy importante. Desde que nacen puedes masajear las encías y las paredes externas e internas de la boca, con el uso de una toallita suave enrollada a tu dedo, o un cepillito de bebé. Cuando los niños crecen, los cepillos de dientes con vibración son también una buena opción y los puedes utilizar para hacer masajes fuera de la boca, hasta que están listos para dejarte utilizarlos dentro.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a aprender a hablar?


Cuanto más hables con tu niño, más oportunidades le darás de aprender a hablar. Pero recuerda que cada niño desarrolla esta habilidad a su propio ritmo.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a aprender a hablar?

Cuanto más se divierta aprendiendo palabras nuevas, más probable es que siga usándolas. Hay muchas formas de ayudarle a aprender a hablar:

1.   Háblale tanto y tan a menudo como puedas. Mírale atentamente y muéstrate interesada cuando te conteste.
2.   Concéntrate en lo que está tratando de decirte, no en si pronuncia las palabras con claridad. Hazle sentir seguro cuando habla contigo.
3.   Cuando diga algo bien, refuérzalo. Por ejemplo, puedes decirle: “sí, es una cuchara”.
4.   Muéstrale lo que quieres decir, explicando lo que haces. Por ejemplo, puedes decir: “ahora quitamos los zapatos”, cuando le quites los zapatos, y “ahora los calcetines”, cuando le quites los calcetines.
5.   Dale muchas oportunidades de hablar durante el día. Si le preguntas algo, haz una pausa para darle tiempo a responder.
6.   Exponlo a situaciones nuevas e introduce palabras nuevas. Llévalo a dar un paseo, señala las cosas que ven y di cómo se llaman.
7.   Repite lo que te está tratando de decir, aunque no lo diga claramente, y alarga la frase. Si te dice “nano” cuando quiere un plátano, puedes contestar: “sí, aquí tienes un plátano”.
8.   Simplifica tu forma de hablar. Usa frases cortas y enfatiza las palabras clave cuando hables con tu niño. Eso le ayudará a concentrarse en la información importante.
9.   Elimina los ruidos de fondo innecesarios, como la televisión o la radio. Esto le ayudará a prestarte más atención. A los niños les puede resultar más difícil que a los adultos filtrar el ruido de fondo.
  
¿Cómo puedo hacer el aprendizaje del habla divertido?

Es fácil motivar a un niño a hacer algo cuando lo disfruta. Si haces del aprendizaje del habla una actividad divertida, tu niño querrá aprender más palabras para expresarse mejor.
     1.   Túmbate en el piso y juega con tu niño. Déjale escoger el juguete o la actividad y habla sobre lo que están haciendo. Así le darás muchas oportunidades de escuchar ejemplos claros de cómo usar las palabras que conoce.
     2.   Diviértanse pretendiendo que su osito o muñeco favorito es real. Incluyan este juguete en todas sus actividades diarias. Siéntenlo a la mesa para comer y pónganle un babero. Habla de lo que está haciendo el muñeco mientras lo hace.
     3.   Lee a menudo con tu niño. Aun si no lees la historia, aprenderá mucho vocabulario mientras le hablas de los dibujos.
     4.   Diviértanse con canciones infantiles, especialmente con las que incluyen acciones que tu niño puede hacer, como “Palmas, palmitas”. Cuanto más las canten, más probabilidades hay de que se aprenda la letra.
     5.   Prueba juegos basados en escuchar con atención. Por ejemplo, muge y pídele que escoja el animal correcto de su caja de animales de plástico. Cuando lo haga dile “sí, es una vaca”.
     6.   Si hace buen tiempo, salgan a un parque. Échense sobre una manta y pídele que cierre los ojos y escuche con atención. Después de un minuto, pídele que te cuente qué sonidos oye. Esto les dará pie para hablar del viento, de los pájaros, o del ladrido de un perro.
fuente babycenter.com




Tips sobre Estimulación de Lenguaje para su hijo...

Para que el lenguaje y habla de nuestos hijos lleguen a ser bueno, debemos estimularles desde temprano ésta área, que sin dudar, es si no la más difícil de orientar, aun que creo que no hay nada difícil en esta vida y si necesitas un milagro, pues esos los hace Dios...

La comunicación implica una serie de aptitudes visuales, auditivas, táctiles, motrices y cognitivas. Antes de que el niño con síndrome de Down diga su primera palabra con significado, es necesario pasar por un proceso en el que se deben adquirir las conductas precursoras del lenguaje y del habla.

Las pautas de estimulación sensorial, motora y cognitiva ya han sido expuestas en los apartados correspondientes [atención temprana] y dado que un bebé no se compone de compartimentos estancos, sino de un todo, la estimulación en estas áreas contribuye decisivamente en el desarrollo de la comunicación. Así, al estimular visualmente al bebé para que sea capaz de seguir con la mirada un objeto que se mueve, estamos contribuyendo a la fijación de su mirada, para que sea capaz de percibir los diminutos movimientos de la boca al hablar; cuando movemos un sonajero detrás de su cabeza, estimulamos su discriminación auditiva; cuando le damos objetos para que los explore, llevándoselos a la boca, estamos incitándole a que mueva la lengua, la boca, etc., lo que le ayudará más adelante a articular los sonidos.

Por ello, este apartado se centrará en aspectos que no han quedado específicamente explicados anteriormente, pero teniendo en cuenta que no se deben limitar a ello, sino que es imprescindible que previa o simultáneamente se desarrollen las demás áreas.

Mirada: Mira siempre a tu hijo cuando le hables. Los niños con síndrome de Down tienen dificultades visuales, auditivas y de atención. Por tanto, cada vez que nos dirijamos al niño debemos hacerlo de un modo muy directo, para asegurarnos de que realmente nos oye y nos escucha.

Tono: Eleva un poco el tono de voz, para facilitar que lo oiga. Por otro lado, los padres habitualmente utilizan con sus bebés lo que se conoce por "baby talk", ese lenguaje más sencillo, más repetitivo y con un tono más agudo, que facilita la comprensión y la atención por parte del bebé.

Háblale mucho. Tampoco es necesario aturdirle, pero cuéntale lo que hacéis, a dónde vais, lo que veis... Cuéntale todo. Entienden más de lo que se cree.

Repite todo lo que diga tu bebé. Cuando comience a gorjear (los primeros sonidos) imítalos. Si dice "ah" di tú también "ah". Invéntate conversaciones con estos ruiditos. A veces se consigue mantener una conversación en estos términos, en los que el bebé emite el sonido, el papá lo imita, el bebé lo hace de nuevo..., que probablemente sea uno de los momentos más placenteros que se pueden vivir con el niño.

Llámale siempre por su nombre.

Enséñale su imagen en el espejo, llamándole por su nombre y señalándolo.

Favorece su imitación. Haz sonidos diferentes cuando te mire: "pa, pa, pa", despacio, exagerando la articulación. Los sonidos /pa/ /ba/ y /ma/ son los más fáciles de imitar porque son los que mejor se ven. Haz diferentes expresiones con la cara: sonríe, saca la lengua, haz trompetillas. Enséñale a hacer palmas, a decir adiós. Recuerda que para hablar es necesario ser capaz de imitar.

Enséñale muñecos inventándote conversaciones con ellos. Por ejemplo, en la bañera, enséñale el patito de goma. "Mira, es un pato. El pato hace cua-cua, cua-cua". Nos dirigimos al pato y le decimos: "Hola Sr. Pato, soy la mamá de Laura". El pato se dirige a nosotros y dice, más o menos con otra voz: "Hola mamá de Laura. ¿Dónde está Laura?" ."Ahí está." El pato se dirige a Laura: "Hola Laura. Soy el Sr. Pato". Es importante que la conversación vaya de acuerdo con la capacidad de atención del niño. Si es muy pequeño, es mejor que el diálogo cambie rápidamente de interlocutor, para que los rápidos cambios de voz llamen su atención.

Dale siempre el modelo correcto. Nunca le hables como hablan los niños pequeños. Las palabras deben estar dichas correctamente. Di "agua" y no "aba".

Enséñale onomatopeyas. Al principio, los niños suelen aprender antes las onomatopeyas que los nombres de las cosas. El perro es "guau-guau", la vaca es "muuu". Juega a enseñarle animales, se los nombras y siempre le dices "¿cómo hace el pato?", esperas un instante para que capte la diferencia entre el tono de pregunta y de respuesta, y dices tú a continuación "cua-cua". Si además lo escenificas, por ejemplo, abriendo y cerrando tu mano como si fuera un pico a la vez que dices "cua-cua" mejor, porque le estarás dando otra referencia del objeto. Por supuesto que las respuestas del niño tardarán en aparecer, que poco a poco aparecerán, y probablemente aparezca antes la respuesta gestual (con la mano), luego la de "cua-cua" y por último dirá "pato". Este proceso ayuda al niño a comprender el simbolismo del lenguaje, y va de los más concreto, que es el ruido que emite o sus movimientos de abrir y cerrar el pico, a lo más abstracto, que es que eso se llama "pato", simplemente porque así lo entiende todo el mundo, pero no porque haya alguna razón evidente.

Presta atención a los sonidos cotidianos y dales un significado. Por ejemplo, cuando entre alguien en casa, por ejemplo su padre, y diga "¡Hola!", miras al bebé y le dices "¿Quién ha llegado? ¿Es Papá? Vamos a ver. ¡Sí, es papá! ¡Holaaa Papá!".

Invéntate juegos que combinen movimientos y sonidos. Bebe agua delante de tu hijo y di "¡ahhh!". O come algo y di "mmmm".

Juegos que impliquen turnos. El lenguaje son turnos, ya que no todos hablan a la vez. Por eso, el juego de "Toma-Dame" comentado en otros apartados, o el tirarse uno a otro una pelota, o el dar uno un golpe y luego el otro, ayudan a establecer esta conciencia de alternancia.

Fomentar la comunicación. No importa si aún no habla. Lo importante es que se comunique. Por ello, saca partido a todos sus intentos de comunicación, sin importar si se usan gestos o signos.